Botánico revisitado.
Bueno, aún no era el Botánico que conocemos hoy, pero, comprada por Málaga
para ser convertida en Jardín Botánico, unos pocos jardineros se esforzaban por
organizar un poco el salvaje caos de la finca, así, pude comprobar
presencialmente cómo cuatro jardineros agotados trataban de mantener a raya la
selva amazónica.
Todavía con un ambiente paradisíaco porque se mantenían una enorme
profusión de pájaros (que luego desaparecerían en buena medida al construirse
la autovía y generar ruido de tráfico), el pintar en vivo, con la sillita de
campaña y los bártulos a cuestas, era una delicia –entre otras cosas aún no se
visitaba la finca y no estaba como calle Larios-.
Un apunte de témpera sobre cartoncillo gris de 62 x 48 cms. Desde el camino
de subida un macizo de buganvillas casi
oculta la vista del templete que corona la finca.
Otra vista, esta vez de la zona de detrás del
invernadero o cenador, donde se aprecia el carácter umbrío del jardín histórico. Es un apunte en témpera
sobre papel Canson gris de 50 x 43 cms.
Una acuarela de 32,5 x 22,5 cms. Que repite en otro momento la vista del
mirador con las buganvillas.
El aspecto del cenador o invernadero, cubierto de glicinias, en un día
lluvioso (también en días lluviosos me iba a pintar porque visitar el paraíso
en días lluviosos es genial)-
Cartoncillo gris de 55 x 50 cms. Pintado con témperas.
Una acuarela de un rincón muy tropical, la zona del bosque de bambúes junto
a la “casita del jardinero”, que se
divisa al fondo, en una acuarela de 38 x
30 cms. En estos momentos me hubiera gustado ser japonés con su maestría en el
tratamiento de los bambúes.
“El árbol blanco”, una acuarela de la zona próxima a la “casita del jardinero” y al huerto, de
un árbol muy peculiar, de copa blanca, en un rincón muy agradable.
El estanque de la entrada. Una acuarela sobre papel de 25.5 x 18 cms. De las pocas zonas no
selváticas del botánico y, por tanto, menos complejas de analizar para enfrentarse
a ellas.
“La fuente de Dánae” una acuarela de otro rincón clásico del jardín histórico, de 31 x 23 cms., en la
que muestro una vista con ese componente romántico que abunda en el botánico.
Acuarela de 32,5 x 22,5 cms. de la escalera lateral del palacio. En esta
vista ya se aprecia el arreglo que el Ayuntamiento hizo para hacer visitable el
jardín. Con los coches de la autovía y los visitantes los pájaros se asustaron,
pero poco a poco van volviendo.
Acuarela del templete, en la cima del botánico, visto desde el estanque se
puede tener una vista de Málaga al fondo.
COLLAGES:
La zona de “la casita del jardinero”
desde el bosque de bambúes adultos. Un collage sobre cartón de 48 x 33 cms.
Veréis que este rincón es uno de mis preferidos.
De nuevo la escalera lateral del palacio. Un collage de 55 x 50 cms. sobre
cartoncillo gris y papel Canson.
Otra variante también en collage y sobre cartón, con aplicaciones de papel
Canson.
El templete revisitado. Esta vez en collage sobre cartón. 35 x 29,5 cms.
“La pequeña cascada”. Hoy
desaparecida, esta afluencia de agua en la zona próxima a los ficus gigantes,
era una zona muy difícil por lo enmarañada. Traté de organizarla con unos
recortes de papeles distintos. Collage
sobre cartón de 40 x 32 cms.
“Bajo el puente”. La vista desde el riachuelo que pasa bajo el paseo
principal aúna los dos puentes; el de apariencia romana, cuya estructura se
aprecia desde abajo, y el modernista, entre montseras gigantes. Collage sobre
cartón de 38 x 32 cms.
Regreso a la vista del mirador desde las buganvillas del camino. Esta vez
en collage de 32 x 30 cms.
El museo loringiano edificio muy propio de un jardín romántico,
con las figuras romanas alrededor. Collage sobre cartón de 35 x 29,5 cms.
Los invernaderos. Otra zona mágica, cercana a los bambúes adultos, donde un
par de invernaderos (auténticas joyas de la tecnología del XIX) muestran la
afición a la jardinería de la familia Loring. Collage sobre cartón de 32,5 x
28,5 cms.
Y AÚN MÁS ALLÁ…
No contento con mi disfrute del paraíso en el botánico, decidí cruzar al
otro lado del valle; a la finca de los hijos. Donde la afición de la familia
continuó a un nivel más modesto pero también encantador. Es la finca de San
José –sanatorio mental- que luego se ha llamado San Juan de Dios. Pedí permiso
para pintar en sus jardines y me llevé una grata sorpresa; su jardín histórico
es mucho más pequeño, pero tiene hitos muy agradables.
Pero quizás lo más gratificante fue la experiencia humana; algunos enfermos
internos tenían permiso para deambular por el jardín, por lo que se
convirtieron en asiduos espectadores y hasta fans que echaban la parrafada
conmigo mientras pintaba –alguno no paraba de hablar hasta por los codos,
contándome sus vivencias-.
No entorpecían para nada mi trabajo. Se conformaban con contarte su vida. A
veces me hacían sonreír cuando me decían con toda convicción que no estaban
locos, y lo justificaban razonadamente (aunque al rato los encontrara
peleándose con una de las enormes bolas de mármol de la entrada del
palacio). Encontré en ellos una afición
artística que rara vez se encuentra en los cuerdos.
Un rincón de S.Juan/S.José con el estar
de piedra. Acuarela de 31 x 23 cms.
También esta finca tiene una joya de invernadero –mucho más impresionante
que los del botánico, aunque también muy falto de una restauración en
condiciones-.
Acuarela de 31 x 23 cms.
Escalera de subida desde el jardín al palacio. Acuarela de 31 x 23 cms.
Los hijos no cultivaron tanto la arqueología, pero no faltan los toques de
antigüedad que corresponden a un jardín romántico.
Acuarela de 31 x 23 cms.
El palacio, que poco tiene que envidiar al de sus padres. Acuarela de 31 x
23 cms.
También un bosquecillo de bambúes jóvenes y la columna para centrar la glorieta.
Acuarela de 31 x 23 cms.
Uno de los mejores hitos, para mi gusto, de este jardín; una fuente –banco
de azulejos, con airecillo art decó. Acuarela de 31 x 23 cms.
Un magnífico búcaro centra otro de los ambientes del jardín. Acuarela de 31
x 23 cms.
…Y la puerta trasera de la finca –salida al antiguo camino de Casabermeja.
Acuarela de 31 x 23 cms.
Como veis también en este lado del paraíso estuve una buena temporada
amenizando los paseos de los internos y entretenido con sus opiniones.